¿Cómo lo está aprovechando la industria financiera para mejorar sus servicios y atención?
La inteligencia artificial es la rama de la ciencia de la computación que estudia el diseño de agentes inteligentes, softwares que perciben el entorno y realizan acciones adecuadas para alcanzar un objetivo o tarea. Otra acepción se aplica cuando un programa imita funciones asociadas a lo humano, como razonar, aprender, resolver problemas, planificar, diagnosticar, o reconocer el habla. Está en boca de todos en este verano gracias a ChatGPT, un sistema de chat basado en un modelo conversacional gestionado por Inteligencia Artificial, y desarrollado por la empresa OpenAI.
Sin embargo, ya hay muchas aplicaciones de la IA. Y muchas que ya se están utilizando en el mundo financiero. Veamos algunas.
Mejorar la atención al cliente
Encontrar respuestas es todo un desafío para los usuarios, y una demanda que tiene que ser satisfecha por las entidades. Desde soluciones bien básicas, como reconocer clientes, o utilizar chatbots para resolver conversaciones y problemas simples, hasta solucionar, la atención al cliente y la inteligencia artificial se encuentran permanentemente. Y gracias a los sistemas de aprendizaje automático, se van perfeccionando a medida que pasa el tiempo. Además, a las instituciones les permite ampliar la capacidad de atención y llegar a más clientes al mismo tiempo, evitando tiempos de espera engorrosos.
Dar créditos a tu medida
Entender qué es lo que quiere cada cliente y ofrecerles servicios a medida es todo un desafío para las compañías financieras. En el último tiempo, las empresas ya no solo ofrecen créditos estándar sino que también ofrecen soluciones específicas para los clientes. Para ello, interpretan el entorno y ofrecen una serie de servicios asociados o relevantes para los clientes. Los bancos incluso ya cuentan con un scoring crediticio que utiliza inteligencia artificial que es mucho más completo y sofisticado comparado con criterios tradicionales de score de crédito. Y ayuda a los prestamistas a distinguir entre clientes de alto riesgo y aquellos que no son riesgosos, aunque no tengan un historial de crédito. Durante los últimos años, incluso para obtener un crédito (incluso los más comunes) no hay interacción humana, sino que todo se hace de forma automática, incluidas las validaciones.
¿Dónde invierto?
Y si de créditos se trata, ¿por qué no podría hacerse para orientar cuáles pueden ser los mejores activos para invertir? Con análisis predictivo, la inteligencia artificial (de la mano del Machine Learning) un robot puede ofrecer, en tiempo real, un servicio personalizado para decidir mejor en dónde poner el ojo. Los sistemas de inversión inteligentes monitorean bases de datos de distinto tipo, la combinan con información online o de redes sociales en muy poco tiempo para tomar decisiones más rápidas y hacer transacciones más eficientes. Incluso hoy en día múltiples instituciones confían en la inteligencia artificial para administrar la totalidad de sus portafolios.
Mejorar la seguridad online
Las estafas son una realidad. Sin embargo, existen distintos softwares que las compañías incorporaron en el último tiempo para entender y mejorar las medidas de seguridad de los usuarios. Desde las validaciones de identidad (con más patrones que permitan verificar con los registros del Registro Nacional de las Personas) hasta entender los movimientos de las cuentas para detectar si un movimiento nuevo fue hecho por el dueño de la cuenta o por un tercero que se apoderó de ella. Todas estas medidas incorporan inteligencia artificial y ayudan a evitar una maniobra ilícita.
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