Ya estamos en la mitad del año, y muchos, hacen un análisis de las finanzas para proyectar el segundo semestre de la economía personal y familiar. En tiempos de incertidumbre económica, planificar estrategias es una de las formas más saludables para manejar mejor el dinero y cuidar el bolsillo.
Entre los distintos consejos que pueden contribuir a optimizar los ingresos, si bien hay muchas variaciones respecto de cada situación financiera, lo más importante es aprender a organizar los recursos. Te compartimos algunas recomendaciones:
1- Armar un presupuesto:
Una de las principales tácticas para ordenar la economía personal es armar un presupuesto. Este esquema funciona como una hoja de ruta que debe detallar los ingresos y los gastos, incluso los más pequeños, para conocer a dónde se destina el dinero. Permitirá, más adelante, saber cuál es el espacio que queda disponible para ahorrar; o dónde puede haber una fuga.
Si bien, muchas veces puede ser difícil presupuestar gastos con exactitud, hacer el ejercicio con estimaciones, o por más que existan cambios, te permitirá tener un enfoque de cómo balancear los ingresos con los gastos.
2- Establecer objetivos y prioridades:
También es importante conocer las prioridades de gasto u obligaciones, como el pago de servicios, estudios, vivienda o préstamos. Confeccionar un presupuesto servirá, además, para tener un horizonte claro que ayude a cumplir determinados objetivos y conocer cuáles serán los plazos en que es factible alcanzarlos. De esta manera, habrá objetivos a corto, mediano y largo plazo, y así enfocar nuestra economía a objetivos.
3- Evitar “gastos hormiga”:
Entre los distintos gastos que se van presentando a los consumidores, es muy común que aparezcan los denominados “gastos hormiga”, que son aquellos pagos pequeños que podrían evitarse y permitirán hacer una diferencia a fin de mes. Esos valores adicionales se encuentran, por ejemplo, a la hora de comprar un café, pedir comida delivery o hasta pagar alguna suscripción online que no se usará después.
Para este tipo de gastos es válido preguntarse si es realmente necesario afrontar esa compra o si la acumulación de esos pequeños costos no generará una gran acumulación de dinero. Varios especialistas recomiendan ordenar las compras necesarias y no comprar más de lo que se establece en la “lista de prioridades”.
Revisá tus compras y verás que es muy fácil identificar estos gastos, y te podés sorprender cuando sumes el total de estos consumos.
4- No retrasar deudas:
Ante la obligación de pagar deudas pendientes, también es recomendable realizar un plan de pago que permita su cancelación sin incrementar aún más ese compromiso. Siempre es preferible respetar los plazos de vencimiento y no pagar únicamente el mínimo de la tarjeta de crédito porque los intereses pueden superar incluso los montos adeudados.
Asimismo, es aconsejable ordenar las deudas según el monto para liquidar en primer lugar aquellas compras más bajas y “sacarse de encima” o liberar esos compromisos con anterioridad.
5- Informarse:
La mejor manera de tomar decisiones es estar informado. La misma regla puede aplicarse a las finanzas, ya que, si una persona conoce sus ingresos y sus gastos, así como la dinámica de los precios, el funcionamiento del mercado o las disposiciones gubernamentales vinculadas a la economía, podrá darse cuenta qué es lo que mejor le conviene según su propia situación.
6- Dejar espacio para el ahorro:
Todos los especialistas en finanzas insisten en la importancia de dejar un monto mes a mes para el ahorro. Muchos consideran que el ahorro debe ser un monto fijo a considerarse como el “primer gasto”, mientras que otros aconsejan separar un porcentaje de los ingresos, que puede ir desde el 10% en adelante.
Además, en caso de que se presente algún tipo de eventualidad o urgencia, también es preferible -muchos creen que es esencial- reunir un “colchón» de dinero que permita afrontar emergencias y no incurrir en deudas.
Acá vos también fijás tus metas de ahorro según tus posibilidades. No creas que ahorrar es tener que destinar mucho dinero para ello. Aunque sea una cifra chica, es dinero que vas a empezar a guardar.
7- Diversificar:
A la hora de pensar en el ahorro, la regla por excelencia para organizarlos es diversificar. Esto es, no invertir en un solo instrumento, sino considerar distintas opciones. Esta es una manera de disminuir el riesgo ante la posibilidad de que una herramienta genere pérdidas.
Para saber cuáles son los mejores mecanismos o herramientas de inversión, primero es necesario tener en claro los objetivos o necesidades, pero también se puede acudir a algún especialista o consultor financiero que ayude a analizar la situación y recomiende las mejores alternativas para destinar los ahorros.
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